jueves, 27 de enero de 2011

La revolución silenciosa.

Me ha llegado esta noticia que me parece una luz en tanta oscuridad que nos rodea y que no aparece enlos telediarios.
La revolución silenciada
Recientemente nos han sorprendido los acontecimientos de Túnez que han
desembocado en la huida del tirano Ben Alí, tan demócrata para
occidente hasta anteayer y alumno ejemplar del FMI. Sin embargo, otra
“revolución” que tiene lugar desde hace dos años ha sido
convenientemente silenciada por los medios de comunicación al servicio
de las plutocracias europeas.

27-01-2011 -

Ha ocurrido en la mismísima Europa (en el sentido geopolítico), en un
país con la democracia probablemente más antigua del mundo, cuyos
orígenes se remontan al año 930, y que ocupó el primer lugar en el
informe de la ONU del Índice de Desarrollo Humano de 2007/2008.
¿Adivináis de qué país se trata? Estoy seguro de que la mayoría no
tiene ni idea, como no la tenía yo hasta que me he enterado por
casualidad (a pesar de haber estado allí en el 2009 y el 2010). Se
trata de Islandia, donde se hizo dimitir a un gobierno al completo, se
nacionalizaron los principales bancos, se decidió no pagar la deuda
que estos han creado con Gran Bretaña y Holanda a causa de su
execrable política financiera y se acaba de crear una asamblea popular
para reescribir su constitución. Y todo ello de forma pacífica: a
golpe de cacerola, gritos y certero lanzamiento de huevos. Esta ha
sido una revolución contra el poder político-financiero neoliberal que
nos ha conducido hasta la crisis actual. He aquí por qué no se han
dado a conocer apenas estos hechos durante dos años o se ha informado
frivolamente y de refilón: ¿Qué pasaría si el resto de ciudadanos
europeos tomaran ejemplo? Y de paso confirmamos, una vez más por si
todavía no estaba claro, al servicio de quién están los medios de
comunicación y cómo nos restringen el derecho a la información en la
plutocracia globalizada de Planeta S.A.

Esta es, brevemente, la historia de los hechos:

o  A finales de 2008, los efectos de la crisis en la economía
islandesa son devastadores. En octubre se nacionaliza Landsbanki,
principal banco del país. El gobierno británico congela todos los
activos de su subsidiaria IceSave, con 300.000 clientes británicos y
910 millones de euros invertidos por administraciones locales y
entidades públicas del Reino Unido. A Landsbanki le seguirán los otros
dos bancos principales, el Kaupthing el Glitnir. Sus principales
clientes están en ese país y en Holanda, clientes a los que sus
estados tienen que reembolsar sus ahorros con 3.700 millones de euros
de dinero público. Por entonces, el conjunto de las deudas bancarias
de Islandia equivale a varias veces su PIB. Por otro lado, la moneda
se desploma y la bolsa suspende su actividad tras un hundimiento del
76%. El país está en bancarrota.

o  El gobierno solicita oficialmente ayuda al Fondo Monetario
Internacional (FMI), que aprueba un préstamo de 2.100 millones de
dólares, completado por otros 2.500 millones de algunos países
nórdicos.

o  Las protestas ciudadanas frente al parlamento en Reykjavik van en
aumento. El 23 de enero de 2009 se convocan elecciones anticipadas y
tres días después, las caceroladas ya son multitudinarias y provocan
la dimisión del Primer Ministro, el conservador Geir H. Haarden, y de
todo su gobierno en bloque. Es el primer gobierno (y único que yo
sepa) que cae víctima de la crisis mundial.

o  El 25 de abril se celebran elecciones generales de las que sale un
gobierno de coalición formado por la Alianza Social-demócrata y el
Movimiento de Izquierda Verde, encabezado por la nueva Primera
Ministra Jóhanna Sigurðardóttir.

o  A lo largo del 2009 continúa la pésima situación económica del
país y el año cierra con una caída del PIB del 7%.

o  Mediante una ley ampliamente discutida en el parlamento se propone
la devolución de la deuda a Gran Bretaña y Holanda mediante el pago de
3.500 millones de euros, suma que pagarán todos las familias
islandesas mensualmente durante los próximos 15 años al 5,5% de
interés. La gente se vuelve a echar a la calle y solicita someter la
ley a referéndum. En enero de 2010 el Presidente, Ólafur Ragnar
Grímsson, se niega a ratificarla y anuncia que habrá consulta
popular.

o  En marzo se celebra el referéndum y el NO al pago de la deuda
arrasa con un 93% de los votos. La revolución islandesa consigue una
nueva victoria de forma pacífica.

o  El FMI congela las ayudas económicas a Islandia a la espera de que
se resuelva la devolución de su deuda.

o  A todo esto, el gobierno ha iniciado una investigación para
dirimir jurídicamente las responsabilidades de la crisis. Comienzan
las detenciones de varios banqueros y altos ejecutivos. La Interpol
dicta una orden internacional de arresto contra el ex-Presidente del
Kaupthing, Sigurdur Einarsson.

o  En este contexto de crisis, se elige una asamblea constituyente el
pasado mes de noviembre para redactar una nueva constitución que
recoja las lecciones aprendidas de la crisis y que sustituya a la
actual, una copia de la constitución danesa. Para ello, se recurre
directamente al pueblo soberano. Se eligen 25 ciudadanos sin filiación
política de los 522 que se han presentado a las candidaturas, para lo
cual sólo era necesario ser mayor de edad y tener el apoyo de 30
personas. La asamblea constitucional comenzará su trabajo en febrero
de 2011 y presentará un proyecto de carta magna a partir de las
recomendaciones consensuadas en distintas asambleas que se celebrarán
por todo el país. Deberá ser aprobada por el actual Parlamento y por
el que se constituya tras las próximas elecciones legislativas.

o  Y para terminar, otra medida “revolucionaria” del parlamento
islandés: la Iniciativa Islandesa Moderna para Medios de Comunicación
(Icelandic Modern Media Initiative), un proyecto de ley que pretende
crear un marco jurídico destinado a la protección de la libertad de
información y de expresión. Se pretende hacer del país un refugio
seguro para el periodismo de investigación y la libertad de
información donde se protegan fuentes, periodistas y proveedores de
Internet que alojen información periodística; el infierno para EEUU y
el paraíso para Wikileaks.

Pues esta es la breve historia de la Revolución Islandesa: dimisión de
todo un gobierno en bloque, nacionalización de la banca, referéndum
para que el pueblo decida sobre las decisiones económicas
trascendentales, encarcelación de responsables de la crisis,
reescritura de la constitución por los ciudadanos y un proyecto de
blindaje de la libertad de información y de expresión. ¿Se nos ha
hablado de esto en los medios de comunicación europeos? ¿Se ha
comentado en las repugnantes tertulias radiofónicas de politicastros
de medio pelo y mercenarios de la desinformación? ¿Se han visto
imágenes de los hechos por la TV? Claro que no. Debe ser que a los
Estados Unidos de Europa no les parece suficientemente importante que
un pueblo coja las riendas de su soberanía y plante cara al rodillo
neoliberal. O quizás teman que se les caiga la cara de vergüenza al
quedar una vez más en evidencia que han convertido la democracia en un
sistema plutocrático donde nada ha cambiado con la crisis, excepto el
inicio de un proceso de socialización de las pérdidas con recortes
sociales y precarización de las condiciones laborales. Es muy probable
también que piensen que todavía quede vida inteligente entre sus
unidades de consumo, que tanto gustan en llamar ciudadanos, y teman un
efecto contagio. Aunque lo más seguro es que esta calculada
minusvaloración informativa, cuando no silencio clamoroso, se deba a
todas estas causas juntas.

Algunos dirán que Islandia es una pequeña isla de tan sólo 300.000
habitantes, con un entramado social, político, económico y
administrativo mucho menos complejo que el de un gran país europeo,
por lo que es más fácil organizarse y llevar a cabo este tipo de
cambios. Sin embargo es un país que, aunque tienen gran independencia
energética gracias a sus centrales geotérmicas, cuenta con muy pocos
recursos naturales y tiene una economía vulnerable cuyas exportaciones
dependen en un 40% de la pesca. También los hay que dirán que han
vivido por encima de sus posibilidades endeudándose y especulando en
el casino financiero como el que más, y es cierto. Igual que lo han
hecho el resto de los países guiados por un sistema financiero
liberalizado hasta el infinito por los mismos gobiernos irresponsables
y suicidas que ahora se echan las manos a la cabeza . Yo simplemente
pienso que el pueblo islandés es un pueblo culto, solidario, optimista
y valiente, que ha sabido rectificar echándole dos cojones,
plantándole cara al sistema y dando una lección de democracia al resto
del mundo.

El país ya ha iniciado negociaciones para entrar en la Unión Europea.
Espero, por su bien y tal y como están poniéndose las cosas en el
continente con la plaga de farsantes que nos gobiernan, que el pueblo
islandés complete su revolución rechazando la adhesión. Y ojalá
ocurriera lo contrario, que fuera Europa la que entrase en Islandia,
porque esa sí sería la verdadera Europa de los pueblos.

1 comentario:

  1. Islandia, ya al principio de su historia, era un pueblo que se regía por asambleas, por la soberanía del pueblo, nada de representantes escogidos: todo el pueblo reunido elegía. Así se contruyen los países, con la implicación de la gente, no con el aborregamiento hispano de "pa eso les pagamos, a mi que no me digan ná". Y sobre los medios de comunicación...es vomitivo ver cómo manipulan cada día la información más sencilla, poniéndola al servicio del patrocinador de la emisora de turno. Esto no sé por donde va a ir...

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